Hay personas que tienen un elevado número de factores de riesgo. Son hipertensos, tienen el colesterol elevado, además presentan diabetes tipo 2 y son obesos.
Ese cuarteto conlleva un alto riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares, cerebrovasculares y a nivel de problemas arteriales también en miembros, generalmente los inferiores.
Por tanto, ese cuarteto de factores de riesgo incrementan considerablemente la probabilidad de enfermar, y además desarrollar complicaciones graves.
Para evitarlo, tenemos que procurar vivir sanos, no tener sobrepeso u obesidad y si los factores de riesgo ya se han presentado, entonces nos obliga a tener un buen tratamiento que los controle y por tanto abordarlos precozmente para evitar las complicaciones derivadas.
Ese cuarteto conlleva en ocasiones pocos síntomas, lo que dificulta aún mas que el paciente tome conciencia de su verdadera importancia y por ello es enormemente importante concienciarse de lograr un control adecuado de los valores de glucemia, tensión arterial, nivel de grasas y peso.
Todo un reto, donde la adherencia al tratamiento es también fundamental, tanto en lo que se refiere a una alimentación adecuada, como a la práctica de ejercicio físico.
En numerosas ocasiones, ello no basta y es necesario recurrir a la utilización de fármacos que deben utilizarse cumpliendo correctamente su posología.
Es frecuente encontrar personas que tienen que tomar mas de un medicamento para la hipertensión arterial, antidiabéticos y /o insulina, y fármacos hipolipemiantes.
Un esfuerzo de constancia en su correcta toma que obliga a esmerarse en cumplir las indicaciones estrictamente.
La obesidad es ese nexo común que puede ocasionar esta cascada de factores acumulados. Cada vez más en la sociedad los estilos de vida sedentarios, desde edades precoces hace que el debut de estas enfermedades pueda producirse con mayor antelación.
El niño que antes jugaba en la calle, pasa horas ensimismado en aparatos electrónicos y la familia debe marcar unas reglas de juego que fomenten la práctica de ejercicio.
El mejor predictor de futuro de que un niño haga ejercicio cuando sea mayor, es que vea que sus padres lo practican. Hay que dar ejemplo para inculcar y crear un modelo de vivir sano en la familia.
El abandono de hábitos tóxicos es otro pilar fundamental. Si la persona presenta todos estos factores de riesgo y a ello se suma que es fumador, la probabilidad de acontecimientos adversos se incrementa considerablemente.
Es un coktel con ingredientes adversos que tendrá sus repercusiones adversas, y donde hay que ir eliminando los factores de riesgo modificables, como es el tabaco.